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Mostrando entradas de agosto, 2025

El Granjero, la Hija del Vizconde y la Condesa - Capítulo 1.

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El Granjero, la Hija del Vizconde y la Condesa.                      Por: Dirk Kelly. Capítulo I: El Alba Entre las Nieblas. La mañana había llegado a Dorset envuelta en una niebla espesa, tan blanca y persistente que parecía esconder secretos entre los árboles y los campos. Desde la pequeña ventana de su nueva casa de madera y piedra, Angela Ravenshire contemplaba la tierra aún húmeda por la lluvia nocturna. Ya no era una dama de la nobleza, pero sí seguía siendo, en el alma, la hija de un vizconde. Y, más aún, era ahora la mujer de Jonathan Thorne, el hombre con manos fuertes, cabello rubio y ojos verdes que la había amado como nadie la habría amado jamás… ni en el altar ni en los salones dorados de la aristocracia. Abrazada por un chal de lino claro, pensó en todo lo que había dejado atrás: la seda, los modales, las promesas falsas. Y sin embargo… sonrió. No le pesaba. Había ganado algo mucho más precioso: la verdad de un amor vi...

El Granjero del Vizconde - Capitulo 4.

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El Granjero del Vizconde Por:  Dirk Kelly  Capítulo IV – El Límite del Linaje El amanecer en Wycliffe olía a humo y a ceniza. El cielo estaba gris, como si presagiara un juicio. En la granja, Jonathan se despertó solo. Angela había partido al alba, envuelta en su capa, con los cabellos aún enredados por el amor de la noche anterior. Su despedida había sido muda, intensa. Un beso en la frente. Una caricia en la espalda. El granjero sabía que no habría paz. No después de lo que habían hecho. No en esa Inglaterra que aún latía bajo la ley del linaje, de la sangre azul, del poder eclesiástico. El amor de un campesino por una noble era, en 1320, tan condenable como el robo de un relicario. --- Horas más tarde, la puerta de madera de la granja se abrió de golpe. Cuatro hombres armados entraron con rudeza, arrojando el saco de trigo al suelo. —¡Por orden del Vizconde Ravenshire, queda arrestado Jonathan Thorne por seducir y mancillar a la señorita Angela Ravenshire! —gritó el cabecil...